Al final, el film no ha resultado tan malo como pensaba en mi precrítica, simplemente malo, y punto. La etapa graciosa del metraje pasa enseguida a un segundo plano, dejando de lado lo que ofrecía el film, guarradas y más chistes sexuales fáciles, para meternos de lleno en una aventura alcohólica bastante desleal con la realidad, exagerada y poco estimulante.
La llegada de los policías, llenos de acción, nunca mejor dicho, echa al traste cualquier decencia de minutaje, para pasar a ser un enjendro de ideas provocadas y absurdas sin demasiado salero.
Sin embargo, donde puedo ser indulgente es el carácter aleccionador de la película, con un mensaje positivo, que puede haya llegado a las cabezas de muchos personajes cercanos y no tan cercanos de las aulas, que sean aún demasiado jóvenes en el aspecto sexual y pendenciero. Logra transmitir a su manera, un punto de vista rico y sincero, que hay que valorar, haciendo de la película un destino para ciertas edades.