Lo más lamentable de este film malo por excelencia es que su director no tiene la más mínima vergüenza de dejarla coja de guión cuando más lo necesita, es decir después de los más o menos decentes 45 minutos de documental meteorológico. Tiene prisa por contarnos lo más decente e intrigante de la trama del film, en una serie de velocidades de vértigo para comprender toda una serie de cambios a nivel terráqueo, después se olvida de todo eso, abandona a una humanidad a la deriva del conformismo ni siquiera trasladándola a la dimensión de Independence Day y las frases y situaciones que utiliza para rellenar lo que queda es un insulto a la decencia del cine comercial de garantías.
De acuerdo que no tenías protagonista tangible, de acuerdo que en estas películas de única pretensión no se puede pedir gran nada, pero al menos algo de decoro, las anteriores ediciones de poder comercial de Roland Emmerich tenían al menos respeto a las formas. Sabías que se iba a ir al cine y te ha dado igual todo lo demás, pero de esta manera no vuelvo a ti ni atado a la peor cartelera en años.
Que algún integrante del reparto tenga que sacrificarse por los demás es admisible en busca de sensibilidad barata, pero al menos hazle un elegante momento de gloria, ni eso. Que el héroe en realidad no sea tal porque técnicamente no hace nada no pudiendo hacerlo, de acuerdo, pero que se envuelva en un derrotero de pues algo tengo que hacer y punto, es lamentable. Que utilices a un niño para destrozar nuestros jugos lagrimales, de acuerdo, pero que lo enseñes en plan en realidad nunca ha sufrido ningún peligro es de risa. La madre es un mero capítulo de mala actuación e encima inútil en la trama. Que la chica es un mero objeto de amor, y seducción y pelea entre hombres pero al final nada de nada, solo servía para llevar consigo una herida. Los lobos digitales decentes pero su necesidad incierta, para nada.
En definitiva, se tira todo el retraje más allá del documental haciendo nada, avisando de cosas que podrían pasar pero que no pasan. Pero si casi no hay extras, casi no hay muertos, casi no hay coherencia en las acciones, coloca teléfonos porque sí, científicos para nada, pero es que si vas a hacer cine comercial hazlo, o sino es que quieres ganar el premio a la película y dirección más sonrojante.