Nobleza obliga... a precriticarla, que no a verla. Entre otras cosas porque no habrá cristo que pille esta peli en este proyecto de ciudad. Y tampoco es que la película me empuje a vivir mi propia road movie por encontrar una sala que la proyecte.
En cualquier caso, si yo no precritico esta cinta de título cool ("Cool"), nadie lo haría. Y lo dicho, nobleza obliga.
El director no es un don nadie, es el célebre cineasta holandés Theo Van Gogh, más reconocido en círculos intelectuales europeos que realmente por sus películas, casi siempre reincidiendo en polémicas sociales (y este es el caso, también), y más conocido aún por haber sido asesinado el año pasado por un integrista islámico.
Su carrera llegaba al penúltimo título con este "Cool" a medio camino entre el retrato social (jóvenes árabes, emigrantes) y el rap. Desde luego no es una novedad, pero la muerte de Van Gogh ha sido el pasaporte para que sus últimos títulos poco a poco se vayan estrenando en nuestro país. Al menos servirá para que podamos ir conociéndole. Veremos.