Lo único positivo que se puede pensar de esta película, es que será una amable historia para entretener. Recordaremos el encanto que nos mostró Tomates verdes fritos, con las féminas como protagonistas absolutas y mucho sentimiento que se irá abriendo paso a lo largo que discurran los minutos. La década de los sesenta en Estados Unidos, con sus problemas raciales como telón de fondo, adornarán esta fábula llena de enseñanzas morales.
Basada en la novela homónima de Sue Monk Kidd, un superventas que cautivó muchas almas románticas. Como era de esperar, está dirigida y adaptada por Gina Prince-Bythewood, una mujer, para una historia de mujeres.
En el reparto, podremos ver de nuevo a Dakota Fanning, esa niña que ha trabajado ya con Tom Cruise en La guerra de los mundos o con Robert De niro en El escondite, ahí es nada, y siempre demostrando un altísimo nivel. Le acompañarán un curioso elenco de actrices-cantantes: Queen Latifah (Hairspray), Jeniffer Hudson (Dreamgrils) y Alicia Keys (Diario de una niñera).
Un film para pasar el rato, para ponerse tierno y para no exigir demasiado. Espero que un exceso de ñoñerías típicas no estropee lo que puede ser un cuento tierno ideal para los amantes del género sensiblero. Los que sienten nauseas a la mínima aparición de cualquier tipo de sentimiento, absténganse.