El archiconocido David Duchovny, se atreve con esta película sin demasiado mérito ya que cuenta con la inestimable ayuda de sus ganas, su emoción al contar su adolescencia a través de un joven actor, Anton Yelchin, que suponemos dará rienda suelta a la desmedida de sentimientos y recuerdos de un actor consagrado y sus pleitesías mentales. Se dice que lo que recordamos no fue nunca así.