Querido padre, si tienes un niño pequeño, llévale a ver esta película. Le va a gustar todo: hay animales, corren aventuras, está el colorido de Brasil, hay amor heterosexual y acaba bien. Aunque se trate de cine en 3D y te obliguen a pagar más quieras o no, seguramente la animación es de lo más salvable de lo que se hace en 3D así que ni tan mal. Además, aunque la película no tenga ni un ápice del humor que desprenden las películas de Pixar, la gente de Blue Sky Line - el estudio detrás de la saga Ice Age - es suficiente garantía como para creer en que la película estará bien hecha.
Con este tipo de películas me pasa mucho que veo el trailer y me entra un hastío terrible. "Esto ya lo hemos visto mil veces..." En lo que no suelo pensar es en que muchos de los niños que acudirán a ver la película disfrutarán por primera de la magia de las películas de animación, de la combinación de colores, coreografías, música y demás añadidos que ofrecen este tipo de películas, y que ya tendrán tiempo de ir formando un criterio sobre lo que es una obra con talento y original, de lo que simplemente es una obra que sigue las tendencias del mercado en un momento concreto.
Números coloridos y originales al ritmo de melodías brasileiras, y una sala llena de niños entretenidísimos. Ni más... ¡ni menos!