Crítica de la película Transporter 3 por Beiger

Crank, Transporter, Death Race, War... no cabe ninguna duda de que Jason Statham es uno de los reyes del cine de acción actual. Statham tiene lo que se llama Marca. Cuando uno ve asociado su nombre a una película ya sabe qué esperarse: golpes secos, argumento ligero, y acción pasada de rosca. Quizá sea esto último lo más reseñable de sus películas. Lo totalmente pasada de rosca que está la acción dentro de sus películas. Lo poco realista que es, y lo poco realista que intenta ser. Es el "más difícil todavía", el exceso total.

No creo que en éste tipo de películas haya que entrar a valorar si es buena o mala, quién actúa (más allá de Statham) o quién la dirige. Poco o nada importa. Lo que si hay que valorar es si a alguno le interesa el producto o no. A mí me divierte. Me entretiene. Me hace pasar un buen rato con unas buenas palomitas viendo a Statham de aquí para allá repartiendo mamporros a diestro y siniestro. Y entiendo perfectamente que gran parte del público aborrezca éste tipo de propuestas.

Lo que me gustaría es que nadie fuera al cine engañado después de leer ésta precrítica. Ésta película va de Statham soltando mamporros imposibles, realizando persecciones en coche sin sentido y con el 90% de la película hecha por ordenador.

Aunque de la que realmente tengo ganas es de Crank 2, yo no me la pierdo.