Muy buen material cinematográfico. Como ya comentaba en mi precrítica, Judith Colell y Jordi Cadena han formado un equipo formidable. Se nota la gran experiencia profesional de estos dos directores y el resultado ha sido excepcional. La considero una cinta trabajada al detalle, muy personal.
El primer éxito de Elisa K se encuentra en la adaptación de la novela en película. No me quiero imaginar cómo será la novela. Yo personalmente no he leído la novela pero estaría encantado de hacerlo. La película contiene un lenguaje propio, no hay duda. Colell y Cadena han preferido el blanco y negro para la primera parte de la cinta y el color para la segunda. Además de los recursos estilísticos. Dos partes muy bien diferenciadas entre sí, visualmente, técnicamente, artísticamente. Si en la primera apenas hay diálogos, la segunda tira de ellos. El blanco y negro iba con voz en off, un recurso que se nos acerca y nos coge del hombro y nos abre camino, uno se siente cómodo. Además, una narración que combina perfectamente con el contenido visual, apenas un par de diálogos que sueltan los personajes. Un cuento muy bien llevado. La segunda parte es más brutal, más reciente, no huele a recuerdo, sabe a presente. Sabe a naranja, porque la está pelando, la primera parte la naranja tenía piel. Trés bien Colell-Cadena. Buen equipo, eso es.
La historia es verdaderamente brutal. Pero está tan bien llevada en formato cine que uno puede coger oxígeno y disfrutar de lo estrictamente cinematográfico sin dejar a un lado la tragedia. La tragedia se masca en la caracterización de los personajes, en la escuela rural, el piano que presenta la cinta, los viajes en tren...un clima muy contaminado. Elisa, utiliza dos lenguajes muy distintos a lo largo de la peli. En la primera parte del film advierte de su violación a través de sus miradas vacías, de su desgana, de la frase "me va ha regalar una pulsera de plata". Cuando crece, habla con un lenguaje maduro, el de una mujer. Se libera, se despierta.
Un retrato sicológico muy interesante y que termina en un auténtico ataque de locura, de éxtasis por parte de la protagonista que a mi parecer está sobreexplotado, pues la ira tiene muchos lenguajes posibles, pero este me parece excesivo, desacertado en tal caso. Y si habría que ponerle otra pequeña nota negativa, ¿la violación implica que Elisa se intuye sea lesbiana? Mmm...no me queda muy claro.
La cuestión es que nos encontramos ante una muy buena película que no llega a las hora y cuarto y que en ausencia del morbo y el lenguaje sexual ha sabido apuntar y desde luego que ha dado en el blanco. Elisa K, un gran éxito de este binomio Colell-Cadena.