Me había puesto a hacer ésta precrítica sin saber que el director que la ocupa es ¡¡¡Olaf Ittenbach!!! El que es, sin lugar a dudas, el príncipe del gore y que sacudió el mundo del cine malo con esa obra maestra que es Premutos, vuelve a nuestras pantallas pero ésta vez con un thriller. Creo que no se me olvidará nunca la preview de sus anteriores películas en la Semana de hace dos o tres años: nunca había visto a un público tan enfurecido arremeter contra los productores que se encontraban presentes allí: ¡aquello era malísimo!
Ésta vez vuelve con un thriller que ha salido directamente en video y ni siquiera ha pasado por los cines (no estoy seguro, pero me parece que rara vez alguna de las películas de su filmografía ha pasado por cartelera). No nos confundamos: seguro que el film está lleno de litros de ketchup (aunque me ha sorprendido la calidad de algunos de los fotogramas que he visto).
Creo que estamos ante la cita anual de la Semana con el cine chabacano de serie Z. Es decir: dudo que ésta película se pueda ver en España fuera de la Semana de terror, y dudo también que tenga interés hacerlo, ya que la clave de ésta película estará en lo que la sala del Teatro Principal se caliente. Si la pregunta es lo suficientemente cutre y desenfadada como para calentar al público, disfrutaremos de una de esas sesiones impagables de la semana de terror. En caso contrario, tendremos un problema.