No he tenido ocasión, aun, de ver el anterior trabajo de Assayas, ese frescazo monumental de horas y horas de metraje centradas en la figura de Carlos el Chacal, terrorista y estrella. Hablan maravillas y le tengo ganas. Pero no ha surgido el instante; llegará.
Va a ser, eso sí, que antes llegará la cita con Après mai, su nuevo trabajo centrado, esta vez, en Mayo del 68. No es que no vaya a entrar en más detalles argumentales, es que ni los conozco. No quiero, no los necesito, que nadie me chafe la fiesta.
A estas alturas Assayas debe ser suficiente gancho para todo cinéfilo y más en el marco de una fiesta del cine como el Festival de San Sebastián. La película ya gustó -y mucho- en Venecia aunque se tuvo que conformar con el premio al Mejor Guión.
En estas horas posteriores al verano, el nuevo Assayas apetece.