En el pasado Sundance consiguió el premio del público, lo que vendría a ser un premio comercial en un festival de cine independiente. Ha ganado algún otro premio en festivales menores. Me temo que se trata de un ejemplo más de los incontables productos independientes-comerciales que están aflorando intensamente en los últimos tiempos como una reacción algo tardía a un cambio en los intereses del espectador.
La película tiene buenas intenciones y eso es lo que peor espina me da, trata una temática que definiría en algún punto entre necesaria y oportunista. Nos promete un drama que, sin duda, estará salpicado de sentido del humor y que basará todo su componente emocional en las relaciones familiares.
La buena noticia es que tenemos a John Cusack como protagonista absoluto, además le tenemos en uno de esos proyectos que elige por su calidad y no por el número de ceros de su sueldo, me fío de él normalmente. Recuerdo, por ejemplo, películas pequeñas e interesantes como La cosecha de Hielo o Alta fidelidad. Desgraciadamente, creo que en la elección de este proyecto habrá pesado más el mensaje que la calidad.
Dirige y escribe James C. Strouse quien sólo tiene como currículum haber escrito Lonesome Jim para Steve Buscemi. Menos es nada. Seguramente habrá hecho un correcto trabajo en cuanto a dirección, aunque siguiendo la moda predominante, eso seguro. Lo que me preocupa es su labor como guionista, si ha sido capaz de sacar algo de una premisa en principio no demasiado esperanzadora.
Una película para un público no muy inconformista ni demasiado poco atrevido, que puede caer en la lágrima fácil y en el aburrimiento al primer descuido, pero que puede resultarnos también interesante y entrañable. Dudo que despunte en cualquiera de los dos sentidos.