Crítica de la película Krabat y el molino del diablo por Hypnos

Llega a nuestras carteleras otra película que bebe de novela basada en leyenda fantástica. Gran parte de estas producciones basadas en entrenamientos de magia llegan a rebufo de la saga de Harry Potter. Otro producto que tenemos casi encima es Percy Jackson y el ladrón del trueno.

Aquí estamos ante una producción alemana. El miedo que me da esto es que se parezca a una de esas miniseries sobre leyendas artúricas que nos suelen colar en las sobremesas de los fines de semana. A mucho cartón piedra y a una podedumbre de medios con una producción escasa.

Es lo malo de no estar bajo el paraguas de Hollywood, claro que por el otro lado podemos tener un guión más maduro, quizá más oscuro, no acuciado por las necesidades de producción que la Meca del cine impone a sus productos. Estamos ante un mal producto que puede tener su punto de interés.

Dirige la película el germano Marco Kreuzpainter, joven pero con horas de rodaje a sus espaldas, aunque sin mucho interés: El rapto y Tormenta de verano.

En el reparto nos quedamos con David Kross, que tuvo su bautismo de fuego junto a Kate Winslet en The reader; y Daniel Brühl, al que hemos visto en Malditos bastardos.

Una película a medio camino de muchas cosas, con un punto de interés en Alemania, sobre una leyenda sorbia muy conocida, pero que no creo que nos pueda entusiasmar. Un último dato. Existe un film de animación checo sobre esta leyenda de la década de los 70. Quizá la animación era el formato idóneo.