Crítica de la película El pastel de boda por Obi-Wan

Este film francés está basado en la primera novela de ficción de Blandine Le Callet, que se ha convertido en un éxito de ventas en Francia. Este dato es un indicador más de la falta de ideas nuevas en el cine y del reclamo fácil que conlleva últimamente llevar un superventas de las librerías a la pantalla grande sin necesidad de que sea una gran producción, como hemos podido comprobar recientemente con la saga de Millennium o con Perdona pero si te llamo amor.

 Denys Granier-Deferre ha sido el encargado de la adaptación del guión y de su dirección. Este realizador, se refugió en la televisión tras su fracaso con Blanc de Chine en 1988, así que es difícil no pensar que veintidós años trabajando en ese mismo formato, habrán dejado una huella inevitable que seguramente conferirá un aire a telefilm a este producto.

 Y si todos estos datos no son de por sí muy alentadores, hay que tener en cuenta su base argumental: una boda. Un evento que siempre puede dar mucho juego pero sin salirse nunca de las relaciones familiares, personajes más o menos excéntricos y situaciones surrealistas o comprometidas.

 En definitiva, una comedia que como mucho podrá llegar a ser entretenida, pero también muy previsible.