Otra película gala, comedia en esta ocasión, que sangrará en lo más profundo de la vida de la sociedad pequeño burguesa europea (francesa en esta ocasión). Como siempre, el conflicto interno de uno de los personajes será el primer paso para dar vida a una historia que contará con un ritmo aceptable supeditado al guión. La interpretación no es problema porque cuenta con actores y actrices con unos cuantos títulos a sus espaldas y que para ellos no es más que otra más. Michéle Laroque (La casa de tus sueños), Jacques Gamblin (La pequeña Lola) o Wladimir Yordanoff (Eres muy guapo) son varios de los nombres que conforman el reparto de la cinta. Isabelle Mergault (Eres muy guapo) dirige y le acompaña en el guión Jean Pierre-Hasson. Vamos, que en el campo interpretativo anda sobrada. Pero es otra película más de las tantas de este estilo que se hacen durante todo el año. No se ofrece nada nuevo. Otra más de Gaumont que ni siquiera se esfuerza por ofrecernos algo novedoso. No va a sorprender. Será divertida pero, ¿y qué?
Un título así ya avecina algo de lo que nos vamos a encontrar. Chistes malos a la francesa, situaciones graciosas, satíricas, ambiguas de siempre sobre los aspectos más cotidianos de la vida. Otro retrato más de esa clase social con tiempo para pensar. Sin esforzarse demasiado. No se merece esas tres estrellas que conceden el aprobado.