Ya no sorprende que las elecciones de
David Fincher sean extrañas. Si cualquier otro cineasta menos
reputado hubiera decidido realizar una película sobre el creador del
facebook, su credibilidad sería nula. Sin embargo, este director ya
ha demostrado que es capaz de sacar lo mejor de las premisas menos
interesantes. De momento tenemos que enfrentarnos con estas
elecciones menos interesantes. Atrás quedan otras opciones mejores
como la adaptación de Cita con Rama.
Facebook no conlleva una excesiva
complejidad técnica, es decir, esta no es la historia de una
complicada hazaña científica. Es más bien una gran idea social,
por lo que deberíamos esperar una película más centrada
básicamente en las transformaciones de nuestras costumbres sociales
en la era digital. En este sentido, espero un formato en consonancia,
algo a lo que nos tiene acostumbrado el director: adaptar el estilo a
la narración del relato.
Finalmente, nos hablaré, como ya hacia
en El club de la lucha, de las particularidades de la vida
moderna, atento a las últimas particularidades. En el apartado de
fotografía nos encontramos con Jeff Cronenweth, con quien Fincher no
trabajaba desde, precisamente, El club de la lucha. Además,
si escuchamos la banda sonora de Trent Reznor, es fácil que nos
recuerde a la de aquella película, sin duda la mejor del director.
Todo, excepto su temática, apunta a una gran película de Fincher.