Crítica de la película Asalto al tren Pelham 123 por Beiger

Creo que es hora de reivindicar a Tony Scott si es que no se ha hecho ya. El hecho de ser hermano de Ridley le ha lastrado durante demasiado tiempo y siempre que se habla de él se le trata como a un director menor. Sin embargo, estamos ante el director de películas inolvidables como Top Gun, Días del trueno, Marea Roja, El último boyscout, Superdetective en Hollywood II, de productos muy por encima de la media como El fuego de la venganza, Spy Game o Enemigo Público, o de rarezas como El ansia. Sin duda se trata de un director que valora más el mercado y el producto que el propio arte cinematográfico, pero a cambio nunca se olvida del espectador. Se podrá decir, también, que abusa del sentimiento patriótico, de las banderas americanas y que sus películas son, como popularmente se suele decir, "americanadas". Esto, indudablemente, es así. Pero Tony Scott es entretenimiento de buena calidad asegurado.

En esta ocasión, nos trae un cara a cara entre Denzel Washington (protagonista habitual de sus películas) y John Travolta. El argumento es poco original, pero creo que ese es el terreno donde Tony se mueve a sus anchas. Cuando se mete en berenjenales como los de Deja Vu, acaba en líos de los que no sabe salir.

Una película sencilla, bien ejecutada, con dos buenos actores encarados y con Scott vigilando que el espectador reciba su buena dosis de entretenimiento. Una buena excusa para disfrutar del aire acondicionado en pleno verano y sin caer en alguna de las trampas mortales que ofrece la cartelera.