El calendario cinematográfico está cada vez más radicalizado. Todas las películas interesantes se arremolinan ante las fechas clave y en momentos de entretiempo como el que ahora vivimos, la cartelera se vuelve insoportablemente árida. En este tiempo de sequía cinéfila las distribuidoras aprovechan para estrenar documentales que de otra manera nadie vería. En estas circunstancias, quien no quiera tragarse truños del pelo de Casi 300 puede terminar decidiéndose por un documental como opción aceptable.
La semana pasada me tocaba hablar de Oro negro, de temática más seria pero creo que bastante menos cinematográfica. Este trata sobre el cantante de The Clash, Joe Strummer, y lo más llamativo de él es, sin duda, la participación de un buen número de famosos del mundo del cine y de la música.
Bono, Johnny Deep, Mick Jagger, John Cusack y muchos otros más. Sin duda compite, y con las de perder, con Shine a Light, tanto en temática como en intervenciones, pero sin duda con mucho menos carisma.
Como todo documental de estreno en cines que se precie trae su premio debajo del brazo. En los premios independientes británicos se llevó el mejor documental británico. Creo que tendrá estilo y se podrán ver muchas caras conocidas, pero está destinado sólo a los fans del cantante.
Yo no lo soy.