Dos son los nombres a reseñar en esta película que paso a precriticar.
En primer lugar, la que se va a llevar el verdadero peso de la película, Jodie Foster, una actriz de la que se puede esperar una actuación que la catapulte hacia su quinta nominación al Óscar.
La verdad es que Jodie Foster llevaba unas películas en las que no terminaba de cazar un buen papel. Prueba de ello son sus pequeñas apariciones en Plan oculto y en Un largo domingo de noviazgo, y sus papeles protagonistas en La fabulosa vida de los Altar Boys y Plan de Vuelo.
El segundo de los nombres es el de su director, Neil Jordan, el irlandés responsable de grandes títulos como Juego de lágrimas, Entrevista con el vampiro o Michael Collins, y también de otros más flojos como El fin del romance o la reciente Desayuno en Plutón.
Los fans de Lost también podrán disfrutar con la presencia de Naveen Andrews (Sayid en la mencionada serie), y al que también se le puede ver en Grindhouse.
Una película que está culminada en el reparto por el siempre arisco Terrence Howard (Iron Man o Crash).
Las reminiscencias con Taxi Driver serán evidentes, así como un discurso un tanto fácil basado en que la justicia es demasiado pequeña para hacer Justicia, y en que a veces hay que tomársela por su cuenta.
Muy indicada para los amantes de Jodie Foster y para los que gusten de conflictos dramáticos de libro y sencillitos.
Yo, lo siento, pero no me termino de creer esta película, el entretenimeinto está garantizado, pero lo peor de todo es que me temo que esta película pretende otra cosa que le queda grande.