La palabra clave no es “musical” sino “otro”. Dice beber de Chicago y de Moulin Rouge, curiosa mezcla que me huele más al primero que al segundo. Me temo que este viene a ser el típico musical que puede llegar a ser entretenido pero que pasados los años, o incluso los meses, no deja más que un vago recuerdo y siempre será ese otro musical. Tan “otro” que cuando se hable de él se terminará hablando de sus predecesores. Una sosada.
Quizá lo más llamativo es su reparto, con nominaciones al Oscar de actores secundarios. Jamie Foxx, que ha demostrado sobradamente ser un gran actor en Collateral y trabajar bien el biopic musical como en Ray. La cantante Beyoncé Knowles se lanza aquí a un papel más goloso que sus intervenciones en Austin Powers III o La pantera rosa. No espero demasiado, más allá de lucir y de cantar, que no es poco en un musical. Danny Glover, quien para mí siempre será el policía de Arma Letal, será uno de los secundarios de lujo. A este actor le hemos visto recientemente en Manderlay. Lo cierto es que se mueve por producciones de corte independiente como esa o como puede ser Los Tenenbaums.
Y los nominados son: Jennifer Hudson, como mejor actriz secundaria. Una chica que viene del equivalente americano de Operación Triunfo. Confiemos en que sepa cantar. Y el ilustre nominado a mejor actor secundario es, nada más y nada menos que Eddie Murphy. Andaba de capa caída desde sus últimos batacazos y últimamente la mejor interpretación que le hemos visto es la voz del burro de Shrek. Seguramente estará en su punto.
No es mal director Bill Condon, lo confirman Kinsey y Dioses y monstruos, pero creo que no va a ser capaz de conseguir que este musical no deje de ser otro musical. Si nos entretenemos ya vamos bien.