En televisión están pasando el ridiculísimo remake de Rollerball, y al intentar escapar de él me encuentro con este otro remake barato de una película de los ochenta aún más barata pero que estaba orgullosa de ello.
La acción de serie B quiere volver. Hace un tiempo tuvimos la nueva versión de Asalto al distrito 13, que si bien era completamente innecesaria, no fue una mala película. Hemos visto resurgir en formato de remakes, saga, precuela y demás La matanza de Texas, esto sí con pésimos resultados como el de La matanza de Texas: el origen.
Y esto es un poco más de lo mismo. El negocio es sencillo, películas baratísimas que hacen el dinero suficiente para tener sentido en la mente de un productor de Hollywood.. Antes los remakes tendían a aportar más presupuesto que los originales, pero ahora han descubierto que si el film original es de serie B no chirría volver a hacer una película de bajo presupuesto. Pero claro, lo que en su momento es osadía y ganas, ahora es mecanismo y mercado. Se coge la película de serie B que toque, de culto a poder ser, se llama a un director de videclips como Dave Meyers para que haga una dirección de carrerilla. Se contrata a unos cuantos actores jovenzuelos guapetones sin nombre como Sophia Bush (Todas contra él) o Zachary Knighton que básicamente ha hecho televisión y algún bodriete en cine.
Si tienes una estrella asequible y de cara reconocible que esté un poco en horas bajas como Sean Bean (Silent Hill, Plan de vuelo), mejor que mejor, por mucho que baje su caché siempre será Boromir y eso cuenta. También habría valido muy bien Robert Carlyle al estilo de 28 semanas después..., así podría cancelar algún proyecto televisivo.
El guión da igual, claro, con que tenga un cierto aspecto videoclipero vistoso aunque sobrio y un montaje ágil ya no necesitas un guión. Por eso basta con un par de lumbreras con joyas como Virtuosity (interpretación inolvidable de Russell Crowe) o Cuando llama un extraño. Ayudados, eso sí, por el propio Eric Red, guionista de la original, que decididamente pertenece a un tiempo que ya pasó.
A veces puede salir una película entretenida de este tipo de productos pero no creo que sea el caso. Releguémosla como mucho al videoclub. Y en todo caso, mejor ver la original, al fin y al cabo aquí ni siquiera hacen falta mejorados efectos especiales ni presupuesto aumentado, ni grandes estrellas, ni un guión mejor.
No hay razón.