Wes Bentley, el actor de American Beauty, Inhumano o El motorista fantasma, es el reclamo con ese rostro inquietante para llenar una película menor del género de sustos, no he atrevo a meterla en el terror, de la industria de cine rápido de consumo meramente comercial.
De argumento bastante cogido con pinzas, y sino pasen y vean, resultará una cita sin problemas para los amantes de este tipo de películas, pero seguro que en la cartelera existe cualquier otro proyecto igual de liviano mucho más interesante.
Rachel Nichols, a la que tenemos en cartelera también en La guerra de Charlie Wilson, es la exuberante actriz que ha servido de atractivo para llenar las taquillas haciendo de su cuerpo un modelo de retinas encendidas, en una elección que no me gustaría tener que aceptar al menos a corto plazo en la butaca.
Dirige, Franck Khalfoun, como primerizo y además firmando el guión que ya ha hecho sus pinitos como actor en por ejemplo Alta tensión. No espero demasiada alegría de cámara ni maravillas técnicas. Sin más.