Crítica de la película Joven y bonita por Obi-Wan

Estamos ante el último trabajo de François Ozon tras su pequeña obra de arte, En la casa, con esa particular e inteligente visión sobre la narración, dando un paso más allá de lo que mostró en Swimming Pool.  Sin embargo, parece que este nuevo proyecto alberga más de la sensualidad característica del realizador francés y mucho más de sus propias fascinaciones.


Como la mayoría de sus obras, está escrita y dirigida por él mismo. La película parece centrarse en una joven de 17 años, cuya historia será narrada de modo que me ha recordado a Kim Ki-duk, a los largo de cuatro estaciones diferentes. El tono evocador de Ozon vendrá de la mano de la música, enlazando cada estación con una canción. Escribiendo esto, no puedo evitar recordar Gotas de agua sobre piedras calientes, con aquella extraña escena de baile y a la maravillosa e hipnótica Traume de Françoise Hardy, sirviendo con su voz a la sensualidad, a la belleza y a la tragedia. Me pregunto si Ozon se decantará hacia la tristeza de Le refuge o hacia la violencia de Los amantes criminales. Aunque más deseo que haga algo totalmente diferente, no porque lo anterior no me guste, si no porque disfruto de su cine cuente lo que cuente.


En el reparto encontraremos una gran actriz como Charlotte Rampling y a la joven y bella Marine Vacth, imagen de la firma Yves Saint Laurent. ¿Habrá duelo interpretativo? Esperemos que sí.

Joven y bonita, traducción del título francés, competirá en la sección oficial de Cannes, dando inicio esperemos a su periplo festivalero. Muchas ganas de que llegue a nuestras pantallas.