La propaganda hasta artística que se le ha regalado a Carmina o revienta no va a nublar mis retinas ni entrañas a la hora de escribir una opinión precrítica como tal, como con tantas otras producciones.
Exagerar un personaje muy español, y decir que es tu madre, por muy Paco León (Los managers) que se precie (lo primero ya está inventado) no es suficiente para hacer reír y llorar, enternecer a todos en definitiva. Habrás unos que sí y otros que no. La película probablemente juega a la risa del sur y el público más comercial e impresionable puede que pique.
Sin embargo quien espere algo más, una necesidad sustancial de cinematografía, una manera de mover el flujo vital del guión, que no se engañe demasiado. No creo que Carmina me haga vibrar, pero le daremos una oportunidad porque si es español mejor que comprado.