Algo falta y algo falla, algo hace que no nos creamos demasiado la historia, ni siquiera los que seguimos la saga por el hecho de complacernos de los detalles y el seguimiento del curioso podemos estar del todo conformes, pero ahí estamos, tragando el metraje con interés. Algo más creíble, situada en esa edad media distingida y escondida, uno puede situarse mejor en ese juego de ciencia y esclavitud de especias nuevas, uno puede por tanto hacer una concesión a la historia.
Una vez más con la capacidad digital de efectos especiales a la que nos tiene acostumbrada la saga, simplemente tienes que esperar y disfrutar, en esta ocasión descubriendo esa vida del licántropo jefe que le lleva a la lucha durante siglos. Puede que lo que nos sature sea ese ímpetu por la palabrería y más palabrería sobre todo del señor malo, ese que amenaza y amenaza pero no termina de ya se sabe, hacerse notar. Pero en fin.
Y el objetivo comercial es indudable en cuanto al final de la película acabamos viendo imágenes de la primera entrega tratando de explicar lo ya explicado, supongo que más como ejercicio de impulsar a los neófitos a que vuelvan atrás a ver las anteriores películas si no las han visto. Seguro que van a crecer las ventas de las anteriores entregas y mientras, como no ha terminado pasando con el personaje de Vin Diesel, Riddick, la saga continúa y seguro que continuará consiguiendo un equilibrio de taquilla y comprensión tal que me haga y a muchos nos haga continuar con la leyenda.
Por acabar mencionar a los actores, Michael Sheen algo más fondón pero bien en sus momentos, Rhona Mitra excelente, perfecta para el papel y sin sobrepasarse para no pasarse y Bill Nighy lo hace todo, ideal para el personaje, bien llevado a siglos atrás, teñirle el pelo ayuda, jaja.