Looper es lo que uno desearía encontrarse en la gran pantalla siempre que apuesta por la peli de palomitas de turno. Pero es que Looper no es la peli de palomitas de turno, es la peli de palomitas del momento. Tal como están las cosas, eso marca una diferencia abismal.
Sí hay en Looper algún que otro aspecto que no me ha gustado tanto, así que permitidme empezar por ahí para quitármelo de encima. Por un lado, noto que Rian Johnson ha disfrutado como guionista hilando al detalle todo lo concerniente a las paradojas temporales sobre las que construye su historia -pese a algún que otro desajuste algo discutible-, pero ha descuidado algunos aspectos relacionados con las acciones de sus personajes.
Lo ha hecho en detalles tontos. Por ejemplo el tirador que apunta a la chica para conseguir cazar a Joe. Bien, Joe estaba dormido y se encuentra el percal al bajar las escaleras; ¿pero por qué el malo no sube a por él aprovechando que duerme y está indefenso? Otro ejemplo: Joe intenta arrancar la moto mientras Kid Blue se acerca a por él, corriendo. Joe consigue arrancarla y huir en el último instante... pero claro, es que Kid Blue está armado. Aunque no quieran matarle, ¿por qué narices no le dispara en un pie, o a la moto, en vez de intentar llegar corriendo hasta él?
Pueden parecer tonterías, pero sobre estos detalles precisamente se construyen las secuencias de acción de cualquier película. Y es en la acción donde Looper no destaca. La fuga de Joe de su apartamento, saltando por la ventana, sí brilla. El resto de escenas son más rutinarias. De hecho, mientras Joe llega a la granja y vamos conociendo a quien será (o no) el Fundador, la parte paralela protagonizada por Willis se centra en gran parte en el carácter 'actioner' de la cinta, con tiroteos y fugas no demasiado cuidadas.
Pero es un 'pero' parcial. Porque por lo demás no sólo la presentación del universo de la película es fantástica, sino que el cara a cara de los dos Joes y sus muy diferentes motivaciones están magníficamente expuestas y enfrentadas. La secuencia-resumen de los 30 años de vida de Joe es una virguería, y el gran mérito: Johnson no se queda ahí, en sus loopers, y va introduciendo con valentía la trama del Fundador, ese niño telekinético y ultrapoderoso cuya vida podrá convertirle en un monstruo o no. La secuencia en que aniquila al tirador que llega a la casa para llevarse a Joe es espectacular.
El uso de los espacios abiertos es otro de los grandes aciertos, en contraposición con los largos minutos en los que tanto Joe joven como Joe viejo tienen que moverse por una urbe del futuro oscura y desalentadora.
Todo esto lo enriquece Gordon-Levitt con un ejercicio de mimetismo gestual muy meritorio. Sin necesidad de que Bruce Willis aparezca aun en pantalla, calca los gestos, dejes y tics de éste de un modo que a nadie le puede pasar desapercibido. Cuando están cara a cara el mérito queda confirmado.
Termino retomando mi primera reflexión: Cuán imposible es que todo el cine de palomitas tuviera este nivel. Sería un mundo mejor.