Esta es otra de esas películas españolas que no van a ninguna parte pero que, aunque sea, creo que sirven para ir haciendo cantera. ¿Cuanta basura tuvo que hacer Cary Grant antes de ser Cary Grant? Pues seguramente ninguna, pero hoy en día la cosa no está fácil y quiero pensar que cosas como Mentiras y gordas, Fuga de cerebros o ésta Cruzándo el límite sirven para que los actores españoles tengan la posibilidad de ir entrenando. En este caso, parece que la oportunidad le ha llegado a Xavi Giménez, que dirige por primera vez. Aunque tiene un curriculum en dirección de fotografía más que interesante: Agora, Transsiberian, El camino de los ingleses, Frágiles... se puede decir que ha tenido la oportunidad de aprender de sobra lo que se cuece dentro de la dirección en España. En el guión tenemos a Pere Saballs i Nadal, un escritor casi totalmente nobel para un guión que sólo necesita de alguien que sepa ir a piñón fijo, puesto que se nos ofrece la historia adolescente de siempre contada mil veces por el cine español y siempre de la misma manera. Muy flojo en este aspecto.
Conozco por el nombre a varios de ellos aunque no les haya visto actuar. Se trata de un plantel que se mueve por las series como pez en el agua, pero que busca poco a poco llegar al cine. Estamos hablando de Elena Furiase, Marcel Borrás, Irene Escolar, y un largo etcétera de adolescentes que pretenderán hacernos creer que están... cruzando el límite.
Entiendo que tengan que existir este tipo de productos y trato de tener una actitud positiva hacia ellos, pero la verdad es que son difíciles de defender. A buen entendedor...