Dentro de un rodaje probablemente muy correcto, con el clima propio de comprensión entre féminas, la hija de Ridley Scott dirige este film con Eva Green (Casino Royale) y la española María Valverde (El rey de la montaña) como puntas de lanza de un drama de época, que pretende cruzar todas.
Eva Green se hace mayor y más bajo el apunte de una María Valverme que comienza a reventar cinematográficamente, preciosa en pantalla como siempre, pero no por ello menos actriz, sino mayor, con más recursos, en lo que puede ser para ella un papel perfecto, un caramelito que cada una sabrá degustar en medio de los rostros de actuación pura, de actuación de texto y monólogo dolido.
Film del 2009 que ha pasado por Toronto y Londres sin pena ni gloria, es posible que no logre estupendos resultados de la mano de este internado, siempre atrayente, pero sí que deje ese poso de película que apetece ver en la tranquilidad de un destino de cartelera simplemente de capricho. Ni tremenda ni especial pero fuerte a su modo, puede que esta película sea sólo una decepción para quien no quiere saber de él y no le apetezca. Sin embargo, para quien desee dejarse llevar por la interpretación lo hará a gusto dejando a un lado otro tipo de defectos que igual no es necesario mencionar.