Que se estrene esta película en nuestras carteleras sólo atiende a dos razones: que de todo tiene que haber, y que cuenta con dos caras muy conocidas. Morgan Freeman es especialista en aceptar cualquier thriller de acción barato con tal de conseguir el papel de protagonista y no el de secundario de lujo. Antonio Banderas, se agarra a lo que hay, mientras intenta enderezar su carrera con otros títulos independientes, que desgraciadamente tampoco son demasiado atractivos.
La directora Mimi Leder, a la que muchos la recordarán por aparecer muchas veces en los créditos de la mítica serie Urgencias, tiene una carrera cinematográfica bastante pobre, no termina de salir del ámbito de la televisión, y cuando trabaja en cine, sus proyectos tienen la calidad artística de un telefilm, con más dinero y con estrellas, eso sí.
Ahora nos quiere colar esta historia de veterano y aprendiz, envuelta en un argumento de acción internacional, que recuerda a los peores momentos de los años noventa. Cuando la corriente del cine de acción actual ni siquiera discurre por esos derroteros, no hay ninguna razón que justifique su existencia.