No soy muy amigo de los discursos en contra de la violencia en cine y televisión. Es más, me encanta la violencia tanto en el cine (Tarantino, Miike Takashi,etc.) como en la televisión (telediario, etc.). Lo que pasa es que cuando se juega a ver quién rueda la secuencia más burra, llega un momento en el que hay que ponerse ciertos límites. No me importa que, si la trama necesita de buenas dosis de sangre, éstas dosis no se omitan (por seguir con Tarantino, citaré Reservoir Dogs). Tampoco me importan cuando se construye una trama especialmente pensada para ofrecer buenas dosis de violencia (por ejemplo, el hecho de juntar a colegiales con armas en una isla como en Battle Royale), pero llega un momento en que la violencia se hace con el control de la película hasta reducirla a la absoluta nada.
Y a eso nos enfrentaremos en Frontière(s) : a una sucesión de imágenes ultraviolentas poco o nada justificadas dentro de ninguna trama. Lo más cachondo del tema es que encima la trama tendrá trasfondo político, con lo que, seguramente, no sólo tendremos que apartar la vista ante ciertas escenas, sino que también tendremos que "apartar el cerebro".
En fin, un insufrible producto que trata de hacerse un hueco dentro de la cartelera de la peor manera posible. Lo peor es que lo conseguirá y seguramente acabe creando algún tipo de polémica. Patético. Por mi parte y si me aburro mucho, me iré al bar de la Semana de terror, que es donde pienso ver ésta película.