Esta es una película para toda la familia, pero de verdad, no como cuando se refieren a la última producción Disney o cuando hablan de la comedia fácil de turno. Todos podemos disfrutar de ella. Y esto puede ser bueno o puede ser malo. Durante la película hay una serie de explicaciones destinadas a los más pequeños de la casa (por ejemplo algunos fugaces momentos de flashback para recordar quien era ese perdedor del pueblo) que a los mayores quizá nos sobraría. Algunas de las historias del protagonista son demasiado sencillas, pero siempre hay otras más interesantes.
La trama superficial es sencilla, fácil de seguir y sin mucha complicación, pero aquí viene lo bueno, mientras los niños se divierten con el gigante, otros en la familia podrán buscar detrás de cada hecho ficticio, detrás de cada personaje grotesco, la verdad, y lo qué es más importante, el porqué de esa mentira. Esto hace también interesante el ver de nuevo la película e intentar descubrir aquellos detalles que no hemos captado.
¿Qué hay de Tim Burton en la película? Parece evidente que se quiere retratar a sí mismo con el protagonista, pero, además de esto, pienso que el retrato de su momento actual lo compone a la vez el personaje del padre como el del hijo. Y es que en esta película Burton se convierte en ese hijo que está cansado de tanta historia mágica y divina. Quiere descubrir que hay detrás de todo. Las escenas de “realidad” de los momentos del presente, serán posiblemente las escenas más convencionales que haya rodado este director en toda su carrera. Quiere dejar a un lado los artificios, y en el propio artificio que son las escenas de leyenda, quiere dejar claro que son artificios, que eso es lo que ha hecho toda su vida, y nos explica por qué lo ha hecho. Me recuerda al personaje de Woody Allen en “Desmontando a Harry”, un escritor que funciona mejor en el arte que en la vida (el final de ambas películas es muy parecido).
Quizá me guste más el Tim Burton de toda la vida, más oscuro, más extravagante, más raro. Pero aprecio que haya hecho un esfuerzo por moverse en otro ambiente. Eso sí, en sus años mozos, el personaje de la bruja habría tenido un aspecto mucho más imaginativo y poderoso. Son los pros y los contras de hacerse mayor.
Imaginación, buen humor, mensaje vitalista y momentos emotivos. ¿Alguien da más? Nota: ¿Para todos los públicos? Hay algunos países donde por lo visto consideran que un mozalbete de menos de 13 años no debe ver esta película. No vaya a ser que a los niños estadounidenses les dé ahora por pensar. En fin: (EEUU) MPAA: Rated PG-13 for a fight scene, some images of nudity and a suggestive reference.