La suerte que suelen tener las producciones sin dirección ni actores de renombre además siendo dramas, no suele ser demasiado exitosa aunque el fuerte aroma a historia de sentimientos y ser humano por excelencia sea gratamente muestreado con la cámara del respeto.
Esta historia de hijos que vuelven y se van, amistades féminas de tiempo atrás, y la alegría de recuperar años es una más, pero quizás, con algo de suerte nos llegue un poso elegante de cine serio y bien entendido por parte del director de "La gran vida", interesante producto de bastante éxito en nuestro país sobre todo.