Michael Apted consiguió su cima con Gorilas en la niebla, donde demostró que con cine calmado podía, más tarde lo podemos recordar en Nell o El mundo nunca es suficiente acercándose a lo comercial con cierto seguimiento pero sin maravillas, ahora gran trabajador de ambientación, la muestra está además en Roma la serie de televisión demostrando que sabe entender los matices necesarios, se atreve de nuevo con un film histórico, sobre la esclavitud, donde lo interesante es el personaje inglés que se dedicó a abolirla, eso sí, ataviado de una decoración correcta y un drama duro pero elegante.
Sin embargo, mucho me temo que este film del 2006 va a tener una línea convencional y plana que no va a hacer que destaque por el guión, aunque sus actores den el do de pecho y lo borden, lo que dicen, seguro que terminará por no ser lo suficientemente potente como para sacarnos de nuestras casillas. Y no pido ni siquiera el estilo espectáculo de películas como Amistad, simplemente un no pasar de toma a toma como en cualuier biopic. No creo que nos emocione, al menos a los no específicos de este tipo de films, medio históricos, medio denuncia antigua.
Su protagonista Ioan Gruffud es limitado, sus últimos papeles lo demuestran, Los 4 fantásticos o El rey Arturo, pero está acompañado de todo un elemento de seguridad que no será suficiente para levantar el film, Albert Finney (Antes que el diablo sepa que has muerto), poseedor de la potencia teatral para al menos remover almas en las butacas. Michael Gambon también apoyará (La vida acuática de Steve Zissou), ambos pues, claramente atraídos por la idea de rememorar al personaje William Wilberforce.
Me parece una opción que no disgustará pero que tampoco nos elevará demasiado del asiento, valor seguro para los amantes del cine histórico de diálogos corteses, ¿por qué no?.