El director de Oldboy se pone a hacer cine estadounidense. El híbrido entre el surcoreano y el money es eficazmente atrayente, formalmente curioso y resultantemente no perfecto con seguridad. Buena fotografía, historia rocambolesca y especial, torcida y atrayente, de acuerdo, entre la tensión y el suspense, la rareza y el juego con el espectador.
Park Chan Wook volverá a lograr buena fotografía y cadencia de imágenes, belleza de forma pero esta vez cabalgando con un contenido que proviene de un mundo distinto al suyo habitual. El hecho de no usar rostros asiáticos ya le va a conferir cierto grado de poca verosimilitud, porque pareciera que su estilo no servirá igual con lo caucásico. El punto de locura al servicio de la cultura. Veremos.
Entereza comercial con sexo en su mejor forma, esbozado, siniestra confesión de almas, trío cautivador y complicado. Una película diferente y a diferenciar al servicio de valientes que se quieran jugar el todo por el todo. Puede que se falle, puede que sea una cosa extraña pero yo apuesto simplemente a que tendrá categoría y sobre todo, personalidad compartida en un híbrido entre genial y chocante.
PD: Nicole Kidman ya de primeras me da para atrás…fue actriz…es ahora otra cosa.