Crítica de la película Amelia por Romulo

Mira Nair es una directora reconocida. Es una realizadora india con un cierto caché que, soy sincero, tampoco alcanzo a entender del todo. No veo en su filmografía títulos de primer nivel, ni grandes sorpresas, ni grandes revelaciones. Estuvo en aquel errático film de episodios sobre el 11-S; es suya La boda del monzón (quizá su "gran sorpresa"), y recientemente alguno habrá podido verla trabajar en la poco atractiva New York I love you.

Sea como fuere no confío en absoluto en ella como para que esta Amelia me interese lo más mínimo, y menos viendo de antemano que nos toca alegato feminista de mujer capaz de surcar los cielos. Que me parece muy bien, pero como único interés argumental me parece pobre. Prefiero que haya mil motivaciones más detrás de una empresa como esa, y todos sabemos que para hacer algo así hubo de tenerlas, esta mujer. Pero a Nair seguramente solo le interesará una motivación: la ya citada. Me cansa.

Si no van por ahí los tiros, habré errado en el vaticinio argumental, pero dudo que lo haga en la nota. Buena factura técnica y soporífero resultado. Nadie sabe qué hace Ewan McGregor en esta película, ni qué hace con su carrera. Un misterio. Que espabile ya.

El gran atractivo está en ella, en Hilary Swank. De ella es perfectamente entendible que aceptase el papel, porque le permitirá lucirse, en un nuevo registro además. Ya sabe lo que es sostener la dorada estatuilla en sus manos en el Kodak Theatre, y a buen seguro que tiene intención de intentarlo una vez más.