Crítica de la película Un plan brillante (Flawless) por Iñaki Ortiz

A veces es tan fina la línea que separa el homenaje de la simple copia. El film se puede ver como un homenaje a las películas de robos de los años sesenta y, de hecho, la película ha querido ambientarse en esa época y estar rodada a nivel técnico de manera similar. También podemos verla como una más de aquellas películas, hecha ahora. Creo que tiene un poco de ambas.

La película no aburre en ningún momento y el propio Michael Radford, el director, admite que está concebida como puro entretenimiento. En ese sentido funciona bastante bien. Pero uno se queda con la sensación de que esta película la podíamos haber visto hace cuarenta años, ya no sólo por el tipo de iluminación y la ambientación, simplemente por el hecho de que no aporta nada más de lo que hemos visto tantas veces y hace tanto tiempo.

Se agradece la presencia de un gran intérprete como Michael Caine, pero sabemos que aquí no está implicado al 100% y lo que nos ofrece es su modo más rutinario. Sin queja ninguna para su interpretación pero tampoco vemos ningún aspecto llamativo.

Demi Moore, un poco de lo mismo, sólo que de ella tampoco se puede esperar más. Su interpretación es correcta, eficiente, creíble. Ya es bastante. Prefiero a Lambert Wilson con esa imagen tan carismática que tiene.

Se tratan temas importantes. La violencia en África a cuenta de los diamantes, un tema que vimos más ampliamente en Diamante de Sangre. Aquí se toca un poco de refilón, y podría tratarse más a fondo, en lugar de ello se critica a las aseguradoras, incluyendo de este modo otro tema más, dispersando la importancia de ambas causas.

Aunque sin duda, en lo que más hincapié se hace es en el papel completamente apartado de la mujer en los sesenta, y sobre todo, de las primeras que fueron capaces de alcanzar puestos de importancia gracias a su talento. Sirve como crítica de fondo, pero también como motivación del personaje de Demi Moore. Creo que está bien utilizado.

Como película de entretenimiento cumple aceptablemente, no se le puede pedir mucho más. Por cierto, ¿es que soy el único que habría mirado en las alcantarillas antes que nada? Flojea un poco en ese punto el argumento, tampoco hace falta ser Sherlock Holmes.