Sin embargo, ya lo apuntaba mi compañero Rómulo y Remo: Jude Law, Nicole Kidman, Renee Zellweger...y un largo etcétera de nombres de grandes actores y actrices. Y resulta extraño, o no, que una película montada a lo grande reciba tantos palos: director que arrasara con "El paciente inglés"; el mencionado plantel estelar; historia de amor en tiempos de guerra; duración de más de dos horas y media... Y digo "o no" porque me temo dónde está el truco: no es políticamente correcta en estos tiempos en que vivimos; en otras palabras, no transmite el mensaje que necesita la sociedad, sobre todo, americana (es decir, el de "Seabiscuit"). Esto que apunto aquí a modo de impresión, lo ampliaré debidamente en la postcrítica.
Volviendo a cuestiones meramente cinematográficas, que es lo que más nos interesa, me limitaré a borrar el posible prejuicio creado por los acontecimientos con los que comencé estas líneas en contra de esta película en la mente de mis lectores. No crean que porque no le dan premios, ni nominaciones, la película será floja.
Y si, como yo, son de la opinión de que la última película de Minghella ("El talento de Mister Ripley") fue un atentado contra la memoria de Patricia Highsmith, olvídenlo, y piensen que el que tuvo la culpa de esa sensación fue Matt "Sonrisitas" Damon con su actuación.
Nos vemos en el cine.