Por una parte una película de agradecer fuera del concepto que en su publicidad presentaba tratando de taquillar, y por otro algo pesada y lenta, con secundarios mal aconsejados y un personaje central que puede llevar el peso, pero hace que la película sea menos, con trama débil y poco respetada, con el consenso de una cámara sencilla y de pocas epopeyas, que deja caer los acontecimientos, además, de algunos planos principales dignos de películas menores.
Si la obsesión del fiscal está maquillada por la exageración, la problemática de rechazo analizada con refilones, y la complicación personal del protagonista con cierta ligereza, el resultado suele ser pronto olvido.