Empezando por la inevitable conclusión, diré que esta va a ser una de las peores películas que rondan la cartelera (que ya es decir), pero a la vez, una de las que no me quiero perder.
Esa es la conclusión y las razones son obvias. El producto apesta de manera lamentable. Aunque la saga de “Alien” se mantiene bastante fresca, a su manera, “Predator” a duras penas sale adelante en su primera película. De la segunda mejor no hablar. Todo esto nos da lugar a una película con argumento más propio de videojuego (que ya lo hay, claro está).
Sin embargo, este proyecto está en el aire desde hace muchos años, y no deja de crearme un cierto interés. Como si me hicieran una película Terminator Vs Robocop (lo sé, sólo yo creo en la victoria de Robocop). Y no vi Jason Vs Fredy por no tener aún la suficiente experiencia con estos personajes (todo llegará).
En definitiva, nos encontramos ante un despropósito dirigido a tres tipos de público: el mínimamente exigente que se conforma con pobres efectos y acción chabacana; y el público admirador de mitos del cine y juegos metacinematográficos; y, por último, ese público que está dispuesto a reírse de la cutrez de una pésima película mientras masca palomitas. Creo que me encuentro entre los dos últimos grupos, así que espero disfrutar. Eso sí, mala, va a ser mala.