Crítica de la película Un novio para Yasmina por William Munny

Bonita historia del nacimiento de este proyecto, que ha viajado desde la mente de Irene Cardona y Nuria Villazán, nóveles, hasta el I taller profesional "Reescritura estratégica del guión cinematográfico", hasta un año después verse hecho realidad en forma de largometraje co-producido entre España y Marruecos.

Apoyada en la realidad de una asociación de acogida de emigrantes española, la película tratará con muy poco (700.000 euros de presupuesto) de hacernos entrar en el mundo de la mujer emigrante muy lejana a la que en un principio se puede tener de ella en la sociedad actual que nos rodea. Así pues, hablamos de un film reflexivo, que tratará de hacer ver, y que no pretenderá ni la risa floja, ni el drama simple, sino algo más, la entereza moral y el pensamiento sincero.

Así pues, con la intención de juzgar sus pasos en la dimensión que merece, después de tener suerte en la emisión cinematográfica en diversas salas del territorio nacional impulsada por sus premios de la sección ZonaZine del Festival de Málaga, del público, mejor película y mejor actriz para María Luisa Borruel que vuelve desde hace muchos años, pienso que aunque se tengan que inventar ciertos momentos de realismo desde la ambientación, o la fotografía por parte de nuestras mentes, es posible que encontremos un descanso en el regazo de una bonita historia que llegará a los corazones con soltura y limpieza. No va a ser cine cinco estrellas, pero como si lo fuera.