Crítica de la película El asesinato de Richard Nixon por Hypnos

Estamos en este film ante el lucimiento del gran actor Sean Penn, como ya hiciera en otras ocasiones como "Me llamo Sam", en un producto destinado única y exclusivamente a su lucimiento.

Ya en la carátula se nos muestra a Penn como el gran reclamo, y todo lo que sean valores y aspectos positivos de la película ajenos al lucimiento de Penn los consideraré ganancias de caja y sinónimo de una buena inversión.

Tras la cámara, el debutante Niels Mueller, que también participa en el guión junto al desconocido Kevin Kennedy. Como dato anecdótico debe citarse que el director estudió junto a Alexander Payne, director de "Entre copas", y que es amigo de otros nombres de Hollywood como Alfonso Cuarón ("Hatty Potter y el prisionero de Azkabán") o Leonardo Di Caprio (Howard Hugues en "El aviador"), que actúan como productores del film.

Estos contactos pueden explicar el salto a la arena cinematográfica que ha hecho Mueller, un director sin apenas experiencia previa en cortometrajes.

No obstante, el nombre de Penn no es el único que nos sonará en los créditos iniciales de este film, ya que también veremos desfilar por el celuloide a Naomi Watts ("21 gramos", "Extrañas coincidencias", "Tránsito" o "King Kong") y a Don Cheadle ("Hotel Rwanda", "Ocean's twelve" o "Crash").

Del resto de nombres que completan el equipo técnico de la película me detendré en el del director de fotografía Emmanuel Lubezki. Este mexicano ha trabajado con Alfonso Cuarón en "Grandes esperanzas" o "Y tu mamá también", pero, sobre todo, ha demostrado su talento en películas como "Sleepy Hollow" y "Como agua para chocolate". Recientemente ha trabajado en "El nuevo mundo" de Terrence Malick.

Desde luego, si algo le pido a esta película es que tenga grandes actuaciones que no estén realizadas a base de apretar el botón del piloto automático, una dirección detallista, que probablemente no será nada novedosa, pero sí denotará sapiencia cinematográfica, y una atmósfera, sustentada en una trabajada fotografia, que nos envuelva en la paranoia del personaje.

Lástima que, a mi entender, la película no dará en estas tres claves.