Uno de los clásicos de la literatura infantil americana escrita por Richard y Florence Atwater es la última víctima de su industria. No he tenido la suerte de leer las aventuras del citado Sr Popper, pero estoy convencido que en la mente de sus creadores este personaje distaba mucho de parecerse a Jim Carrey. Y no, no soy una de esas personas que odian a Carrey y sus muecas. Al contrario, defiendo sus trabajos siempre que me es posible y pongo ejemplos sobre su capacidad dramática que demostró sobradamente. Ejemplos: Man on the moon u Olvidate de mí.
Pero claro, supongo que los productores no lo habrán elegido por esa faceta, así que supongo que estaremos de nuevo ante un Carrey haciendo muecas indecentes junto a los simpáticos pingüinos, esas extrañas aves acuáticas que resultan tan cómicas hagan lo que hagan cuando están fuera del agua. Con cariño recuerdo que estos animalitos eran los únicos que me hacían gracia de Madagascar. No puedo evitar imaginar una amalgama de graciosas payasadas lideradas por Carrey pero en la que los pingüinos le ganaran la partida sin el menor esfuerzo.
En definitiva, una simpática opción para toda la familia, pero nada más. La apruebo por lo pelos porque es difícil estropear por completo un clásico infantil, aunque todo es posible.