Pablo Larraín completa una trilogía sobre el Chile de Pinochet con este película de estreno aplaudido y emocionado de Cannes. El director de Fuga, Tony Manero o Post Mortem se ha colado siempre en los festivales internacionales con buenos resultados aunque en nuestro entorno no hay sido demasiado prolífico en las salas.
No, la película que presenta, ambientada en la época del referéndum en 1997 para la elección de la salida del gobierno del dictador, es un alegato a la memoria de su país, un juego de recuerdo necesario para unos tiempos convulsos y hasta el día de hoy complicados en cuanto a la conciencia de país.
Por tanto, ofreciendo una visión política sesgada y marcada pero también un registro histórico plausible, con referencias de archivo a la época y una calidad de imagen cercana a aquel momento grabando con cámaras de entonces, podemos ver una película resumen completa del popular movimiento, salida y entrada o entrada y salida de Chile.
Gael García Bernal (También la lluvia) es el encargado de dar piel al protagonista que nos guiará por el film en lo que significó la campaña en apoyo a la no elección de Pinochet en el referéndum, de ahí el título de la película.
Sin duda parece un buen film por completo, también por caligrafía de la época y por esfuerzo imitador del momento hasta en la calidad técnica, pero además parece poseer espíritu crítico y potencia de sentimiento, cosa que no le ayudará a conseguir premios oficiales pero sí para ganarme a mí.