Crítica de la película Al filo del mañana por Iñaki Ortiz

Las ocurrencias disparatadas siempre son bienvenidas, y en este caso, el planteamiento no puede ser más atractivo: a la premisa de Atrapado en el tiempo le sumamos alienígenas invasores y acción a lo grande, a lo Starship Troopers. La ejecución, sin embargo, deja cosas que desear.

La estructura del guión tiene cosas buenas. Evita la peligrosa redundancia del punto de partida con bastante agilidad y saca todo el partido que puede al recurso temporal. Pero desgraciadamente, también lleva consigo bastantes elementos que lastran la diversión. Hay demasiados ingredientes en la receta como para disfrutar del todo del sabor de alguno de ellos. No termina de acertar en el tono, con elementos de comedia bastante tontorrones y con una historia romántica sin ningún tipo de química. No la voy a comparar en estos dos sentidos con Atrapado en el tiempo porque sería una sangría injusta. Pero es que tampoco funciona como cine de acción emocionante.

Eso sí, después de una primera introducción algo tediosa, cuando entra en materia, la película se vuelve agradablemente entretenida. Con un guión lleno de trucos infames y soluciones baratas, pero con una ligereza y frescura que consiguen que pases un rato divertido, algo que no es tan fácil como parece. Tom Cruise, como siempre, colabora con su presencia carismática que, en algún momento llega a resultar algo paródica.

Resulta interesante como la película reproduce, en cierto modo, la experiencia de un videojuego. La idea de avanzar por repetición, por aprendizaje, con vidas infinitas. Esto la hace especialmente cercana al espectador de hoy. Otro detalle curioso es la referencia clara a la segunda guerra mundial, y en concreto, al desembarco de Normandía.

Una película, en general, divertida y algo insulsa que tiene su mayor virtud y su mayor defecto en el mismo punto: mezcla muchos ingredientes.