Antes de comenzar la proyección comentaba que quería y necesitaba una película de cine francés, una de esas películas de familia-bomba.
A los cinco minutos me estaba mascando lo peor, a los 8 minutos, todo era inevitable.
La narración se nos presenta en un flashback que supuestamente es contado por la hermana de Julien, que creo no es la más recomendada para contar la historia (obviemos estos defectillos). Vemos una ambulancia y sacar a alguien, no sabemos a quién, pero se intuye que es un familiar que ha podido morir.
La tragedia está servida, ahora sólo toca saber cómo. El problema de esta película es que al minuto 10 ya tienes hecha una composición de lugar de la que no sale, no avanza. El desenlace podía haber sucedido a los 20 minutos, porque ya había motivos para ello, pero no, el director se empeña en meternos más y más vejaciones, pero sin apretar la palanca de la tensión, ni de nada.
Una familia en la que la madre está loca, el marido no pinta nada, y la hija es medio invisible. Nadie evoluciona. Incluso el propio Julien camina como un borrego hacia el matadero.
La falta de sutileza en el tratamiento psicológico de los personajes es patente y total, de cliché, de sinopsis...No sabe explotar ninguna posible virtud, ni la relación con la abuela, ni nada. Además tiene pinta que la película ha sido rodada con muy pocos medios, de ahí que no hayan querido salir de la casa, ni haya habido escena alguna del entierro de la abuela.
La escena aplaudida en el cine del bofetón del padre a su mujer es grotesca, y ni qué decir la escena en la que el niño llama a la policía, o el desenlace final, en el que pretenden crear tensión no grabando lo que sucede. ¿Alguien se ha hecho un curso rápido de cómo emular a Lubitsch?
Y, lo peor de todo, para llegar al final y que no exista TAL TRAGEDIA. Nadie ha muerto. He perdido hora y media de mi tiempo. Gracias.