Christopher Smith dirige esta película que promete estar plagada de tópicos, de sucesos
paranormales al gusto. Lo último que hemos podido ver de este director fue la divertida
Severance (Desmembrados). Allí el director sabía parodiar los mecanismos
habituales del terror a la vez que conservaba la seriedad y contundencia
suficiente para mantener también el suspense moderado.
Que el director haya demostrado cierto dominio del género es
el claro salvavidas de esta acción marítima que de otra manera podría caer en
todos los juegos fáciles. Confío en que Smith sepa redirigir esos trucos de
barcos fantasmas (que ya se han trabajado hasta en el espacio), a un estilo
moderno, con ritmo, sin sonrojo para el espectador y con cierta gracia.
Será una producción barata de unidad de lugar y pocos
personajes, sin estrellas ni grandes efectos especiales, pero seguramente podrá
presumir de personalidad y de frescura. Veremos si no decepciona. La película,
al igual que el anterior trabajo de Smith, podrá verse en la Semana de Terror
de San Sebastián.