Esto es lo que me esperaba, pero con algo más de ritmo en el montaje, en el lío de imágenes o en el temblor de la cámara. Sin embargo, no queda mal, no me desentiendo de esta manera de rodar la historia, eso sí sin excusar que es complicado seguir tantos minutos detrás. Se muestra lo que hay, con los detalles de historia en la urbe necesarios para no perderse y un caer de verdes uniformes sufriendo las inclemencias del tiempo y de los campesinos, bien contado así, sin favoritismos demasiados aunque clemente con los americanos, era de suponer, tampoco es que los defienda.
Pensar en la muestra de un Ché tan normal y humano, tan del día a día de la montaña, con escenas como la de la tos ferviente que se lo come a modo de asma, o las finales de ser ya sabedor de su destino perdido, demuestran que era necesario sacar a la gran pantalla a un personaje así, que sus momentos son dignos de la pantalla aunque me acusen de rojo, y que ese actor tan alto como encorbado como es Benicio del Toro, es buenísimo, y siempre me convence, aunque es verdad que necesita su papel concreto, para su forma de caer en pantalla.
Por otro lado, igual estoy loco, pero he visto un cierto tono de indiferencia adornada con lagrimitas de amor al personaje, es decir, un cierto tono de tiempo extra para un hombre que dice mucho en el film hablando pero también callando. Noto como si se permitiera un plus de pantalla a sus gestos y momentos, a sus lecciones y sermones, cumpliendo con el papel de director que trata de ser lo que nunca puede ser, conciso y poco partidista. Todos aman a sus monigotes de celuloide.
Al final entiendo que la mayoría de espectadores se muestre bastante indiferente ante la película, la de vaya lenta que es, pues si que me esperaba algo más de emoción, es un documental con pausas...pero es que no era una película para gustar, sino para ver, para enteder, para sacar relexiones de un suceso que ha marcado tanto la historia que lo recordamos hasta en los colgantes que aún proliferan por cualquier lugar del mundo. Es verdad que esperaba algo más de movimiento, de ritmo, pero a mí me vale, a mí, la mala nota para cualquier otro, o al menos la nota muy justa de aprobado la considero también digna, en ese subir y bajar supongo que está el foro interno.
No me ha gustado, el final subjetivo. Está fuera de lugar, está elegido para dar esplendor a los últimos momentos sin tener que hacer nada al respecto. Ha sido el momento Soderbergh que tenía que tener. Tampoco es para fusilar a nadie por esto, pero no me ha gustado, a alguno después del film, fusilar le sigue apeteciendo, y esto demuestra que es bastante apolítica, aunque deje esos posos de aceptación del idealismo del argentino. ¿Pero en lo suyo quién no es idealista?. Si tengo que pedir que se haga de otra manera no la cambiaría. Así está bien, y listo.