Decepcionante, porque no da lo que promete, pero también,
porque en lugar de dar lo que promete termina dando lo de siempre. Y digo lo de
siempre, refiriéndome a los títulos más baratos del terror. Una película que se
plantea como una historia ambientada en el contexto del alpinismo no puede
perder toda referencia a este mundo a mitad del metraje, y menos para
convertirse en la enésima historia de asesino loco en el bosque que va mermando
a los jóvenes protagonistas en una cacería salvaje con cepos y flechas.
Altamente decepcionante.
Si nos ceñimos sólo a la primera parte, cuando el título
tiene aún sentido, pues la película trata acerca de unos alpinistas en apuros,
tampoco encontramos nada maravilloso. Es una película algo más original, pero
tampoco demasiado. El director promete que los actores ruedan ellos mismos las
escenas de riesgo, y eso tiene su mérito, aunque me temo que son mejores como
escaladores que como intérpretes. El vértigo que se busca conseguir apenas
llega, con unos planos torpes que no consiguen transmitir el efecto deseado.
Básicamente es la escena del puente colgante la que genera cierta tensión y
está bastante conseguida. Por lo demás, sólo se puede premiar la dificultad de
rodar desde ciertos lugares escarpados.
La inclusión de los flashbaks es también torpe y añade una
pequeña subtrama que no aporta prácticamente nada a la película. Decididamente,
vale más un episodio de El último
superviviente.