Crítica de la película Política, manual de instrucciones por Iñaki Ortiz

Lo primero que llama la atención de este documental es su transparencia. No es propaganda del partido ni cara amable. Los conflictos internos al descubierto. Las dos almas y las contradicciones del partido de las que tanto se ha teorizado, expuestas al público sin pudor. Las estrategias calculadas y maquiavélicas que se alejan de los mensajes bonitos. En definitiva, la política al desnudo, sin adornos. Es de agradecer al partido que haya estado dispuesto a abrirse así, y se debe felicitar a Fernando León de Aranoa por no caer en la épica o en la mitología y ofrecer una mirada lúcida y neutra.

Ya desde la primera parte, quizá la más cañera, se puede ver el tono. El equipo de Iglesias se enfrenta a los simpatizantes de Echenique y Teresa Rodríguez, en varios discursos en Vistalegre. Esto es lo que ya habíamos podido ver públicamente, pero el documental te ofrece los momentos en los camerinos -algo así como la estrategia del vestuario en los descansos de un partido- y nadie se corta un pelo en hablar claro. Los diferentes asaltos tienen un ritmo y un suspense que ya les gustaría a muchas ficciones.

El documental cuenta también las crisis y los tropiezos, pero sobre todo, las consabidas dos almas del partido. Por un lado, el acento en el programa y en la participación, que vendrían a ser encarnados por Monedero y por algunas divisiones regionales. En el lado contrario, Podemos como una máquina de generar victorias electorales, que tiene su máximo exponente en el estratega, Íñigo Errejón. Ambas partes exponen sus planteamientos con claridad. Me atrevería a decir, que la importancia de Errejón en los movimientos estratégicos del partido, le convierten en el verdadero protagonista del documental, por encima incluso de Pablo Iglesias. También se hace patente en su presencia constante, y en su milimétrica precisión a la hora de controlar todos los detalles. Corrigiendo palabras, prediciendo titulares, sugiriendo eslogans. El agotamiento también es en él en quién recae. Errejón se convierte en un personaje extremadamente talentoso que, al mismo tiempo puede dejarse llevar por su propio poder. Un joven Anakin Skywalker. Esperemos que no acabe igual.

La película termina en el 20D y claro, eso nos deja sin gran parte de la historia que conocemos hasta ahora -y con el giro importante de la destitución de Sergio Pascual y todo lo que eso supone para el “argumento” del documental. Qué pena que no se ha rodado una secuela hasta el 26J. Otra obra que sería interesante, y que se apunta en el tráiler, pero no en el resultado final, es el “así se hizo” del documental.

Un trabajo interesante en cualquier caso: dos horas que pasan volando. Los entresijos de lo que supone irrumpir en la política, y el funcionamiento interno de un partido que pretende hacer las cosas de otra manera y que no siempre lo consigue. Para ver tomando notas.