Aquellos que hayan leído la crónica de nuestro infiltrado en Venecia, Onozó Róbert (os lo aseguro, no es un George Capland), sabrá un poco por donde van los tiros. Polémica. Aplaudirla u odiarla, parece ser que no cabe otra. Y esto siempre es un aliciente para mí. De lo malo, lo peor, la odio, y tendré algo de que hablar, un desquite en postcrítica. De lo bueno lo mejor, me encanta, y empiezo el festival con buen pie. Lo que sí espero es que no me duerma. Con similares perspectivas apareció la gran "Irreversible".
Para quien no lo sepa, en el Zinemaldi este año hay toda una sección dedicada a la filmografía de Ferrara. Y para quien no conozca a Ferrara decir que se trata de uno de esos tipos raros que hacen películas pequeñas que sólo gustan a otros tipos raros. Violentas, descarnadas, diferentes. Siempre buscando eso, ser diferente. Contar lo mismo pero de otra manera. En este caso, la película está tanto en la sección Ferrara como en la sección “Perlas de otros festivales” de Zabaltegi, pues nos viene directamente y sin descanso del festival de Venecia, donde a la vez ha sido premiada y odiada.
Esto, unido a un argumento curioso, que por supuesto no desvelaré, y unos actores interesantes: Juliette Binoche, el gran Forest Whitaker y Matthew Modine (lo siento, sigo creyendo en él), hace que esta película sea cuando menos atrayente. Una de las más interesantes del festival.