Por encima de todo hay que pensar en esta película en clave independiente, es decir, no ese independiente relacionado con el poco dinero, con la irreverencia o con la actitud visual, sino con una independencia sin complejos que juega las bazas de una historia de hoy en día, ser humano caído y sin fiereza, junto con la fama de un protagonista que no se pasa al drama, sino que se muestra dramático, Ben Stiller.
Es bien conocido que este personaje vale más que lo que marca su etiqueta, que verle ahora en otros lares va a ser difícil de asimilar, pero que si un director está capacitado para sacar esa esencia y matiz, es Noah Baumbach, el direcor de Una historia de Brooklyn o Margot y la boda, un tipo con talento, que no a todos gusta pero que se ha ganado un sitio y bastante respeto.
Así, junto con la presencia de una tal Greta Gerwing muy poco conocida que se come la pantalla, parece que transforma los minutos en algo que ver, algo que seguir viendo, con un carácter especial, con una búsqueda sencilla pero directa, lejos igual de lo acostumbado e interesante, pero válido también. Una historia sosa quizás, pero una historia propia, un intento de hacer algo más y mejor. Creo que merecerá la pena explorarla con tranquilidad. Un Los Ángeles sin proyectores, una ciudad con personas sin más...
PD: El director es también guionista de la prometedora The fantastic Mr Fox.